Grecia pide al FMI unificar pagos de deuda y aplazar el desembolso hasta fin de mes para evitar un default

Grecia juntará sus cuatro pagos de deuda de este mes al Fondo Monetario Internacional en uno solo para el 30 de junio, dijo ayer el FMI.

Los vencimientos pendientes para junio suman un total de 1.600 millones de euros (US$ 1.798 millones). El primer pago, de 300 millones de euros, estaba previsto para hoy. El resto vencía el 12, el 16 y el 19 de junio.

"Las autoridades de Grecia han informado hoy (ayer) al Fondo Monetario Internacional que planean juntar los cuatro pagos del país de junio en uno solo, que ahora tiene vencimiento el 30 de junio", dijo en un comunicado el portavoz jefe del prestamista internacional, Gerry Rice.

Se trata del primer país que difiere un pago al organismo internacional desde la década de 1980 cuando su juego suicida con los acreedores se encuentra en las últimas etapas.

Con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, preparándose para dirigirse al Parlamento hoy después de recibir el pliego de exigencias de los acreedores, el movimiento de Grecia pone de relieve el estado de las finanzas del país.

Mientras varias autoridades internacionales han reportado algunos progresos en las negociaciones en los últimos días, la canciller alemana Angela Merkel dijo que "todavía estamos muy lejos de llegar a una conclusión".

La fase actual de la crisis de Grecia está llegando a su fin cuando el país se queda sin dinero después de cuatro meses de estancamiento. Las acciones y los bonos han fluctuado esta semana en medio de una intensa actividad política que partió con una reunión nocturna en Berlín entre los líderes europeos y el FMI el lunes.

Sin recortes
El partido Syriza de Tsipras se mostró furioso ayer por los términos propuestos por los acreedores de la zona euro para un acuerdo de última hora que evite la quiebra del gobierno griego.

Tsipras emergió de unas negociaciones con altos funcionarios de la Unión Europea celebradas la noche del miércoles en Bruselas para asegurar que el acuerdo con los acreedores estaba "a la vista". El presidente francés, François Hollande, sugirió que era cuestión de horas.

Sin embargo, rechazó los recortes a las pensiones y el alza de impuestos a la energía eléctrica que, según dijo, están entre las condiciones de la Unión Europea y el FMI para liberar los 7.200 millones de euros (US$ 8.200 millones) en préstamos congelados, evitando a Grecia caer en default lo que podría impactar a los mercados mundiales. Y es que "la base del acuerdo tiene que ser la propuesta de Grecia", afirmó el líder griego, una propuesta de 47 páginas calificada de "totalmente insuficiente" por los acreedores.

Fuentes cercanas señalaron que los acreedores europeos están exigiendo a Grecia aumentos de impuestos y recortes de pensiones cercanos a 1% de su PIB, lo que miembros del gobierno de Tsipras y de Syriza habrían calificado como "homicidas" e inaceptables.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker "asumió el trabajo sucio y presentó el plan más vulgar, homicida y severo cuando todos esperaban que el acuerdo estuviera más cerca", dijo Alexis Mitropoulos, vicepresidente del Parlamento griego y miembro de Syriza al canal Mega TV.

Avgi, el diario vinculado a Syriza, tituló en su edición del jueves: "¿Continuidad de la austeridad? No, gracias", mientras que el periódico más popular de Grecia, el Ta Nea, publicó: "Un acuerdo llevará a una pena de muerte".

Acercando posturas
El lunes, la canciller alemana Angela Merkel había aprovechado la presencia en Berlín del presidente Hollande y Juncker, para convocar una mini cumbre y tomar cartas en el asunto. Acudieron también los demás representantes de la troika: el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde

De ahí salió una oferta definitiva, un ultimátum, que Grecia rechazó nuevamente. Cuando parecía que la cuerda se rompía definitivamente y se avecinaba el tan temido final, el miércoles por la noche las aguas volvieron a su cauce: el primer ministro, Alexis Tsipras, se sentó de nuevo a negociar con Juncker, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Si bien no llegaron a un acuerdo, parece que éste estaría cerca.

Dijsselbloem destacó que si bien las diferencias con Grecia sobre el rescate son "todavía bastante grandes", las últimas negociaciones en Bruselas tuvieron éxito "en reducir las diferencias en los temas pendientes".
Lagarde, subrayó la "flexibilidad" de la propuesta común de los acreedores de la que dijo que está diseñada para "suavizar el ajuste" necesario en la economía griega.

La Comisión Europea confirmó que habrá un nuevo encuentro con Tsipras "en los próximos días". Fuentes comunitarias aseguran que Alemania quiere celebrar esa nueva cita antes de la reunión del G-7 que empieza el 14 de junio.